21 noviembre, 2014

El reparto de la riqueza en España: un 10% acapara el 55%; el 30% malvive con el 2,3% (*)


El informe anual Global Wealth Report que anualmente publica Credit Suisse y que ofrece información detallada sobre la distribución de patrimonios, es decir de los stocks de riqueza, acaba de hacer públicos los datos correspondientes a 2014. El gráfico que adjuntamos es suficientemente ilustrativo de la situación en España, pone de manifiesto una injusta distribución de la riqueza que afecta tanto a las clases bajas, como a las medias, que han visto disminuir sus recursos en esta crisis de manera muy acusada.


Como afirman en Economistas frente a la crisis, "Los patrimonios son la medida apropiada de la desigualdad porque indican la independencia personal o el poder económico de quienes tienen más y también el grado de dependencia y subordinación a ese poder por parte de quienes tienen menos"

"Los patrimonios son el auténtico poder económico. Son más estables, menos volátiles que las rentas, su distribución es bastante más extrema -increíblemente extrema para quien no haya tenido antes noticia estadística- y evoluciona a peor. Por poner unos ejemplos, el 50% de los habitantes del planeta tenía en 2010 el 1,6% de la riqueza global. En 2014 esa mitad de la humanidad ya sólo posee el 0,7%. Y en el otro extremo, el 1% que más tenía en 2010 acaparaba el 43,6% de la riqueza conjunta; sólo cuatro años después se llevan el 48,2%."


Fuente: Global Wealth Report

Si dividimos la población española en  deciles y éstos, a su vez, en tres grandes grupos, el 30% de la población correspondería a la clase baja, otro 40% estaría formado por las denominadas clases medias y el 30% restante por las clases altas y muy alta.

Las conclusiones que se desprenden de los datos son demoledoras:

La clase baja y muy baja, el 30% de la población solamente detenta el 2,3% de la riqueza patrimonial nacional. El 40% de población compuesto por las clases medias posee el 19,9% lo que significa que sea ya difícil sostener la existencia de una auténtica clase media en nuestro país y frente a la situación de las clases bajas y medias destaca el 30% restante correspondiente a las clases altas y muy alta. Este 30% de personas acomodadas y ricas acapara el 77,8% de la riqueza total.

"El último decil, ese diez por ciento de la población que más tiene, que en España detenta una amplia mayoría del poder económico: el 55,6% de la riqueza total. Ascendiendo hacia arriba dentro de ese decil, la absorción de la riqueza crece de manera exponencial: el 1% de la población posee el 27% de la riqueza conjunta. Es decir, que el diez por ciento del diez por ciento más rico acapara cerca de la mitad de la riqueza de ese subgrupo."

Cada cual que haga sus agrupaciones, eche sus cuentas y saque sus propias conclusiones. Sin duda, serán nada halagüeñas.
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(*) Aunque el tema de este post no se refiere directamente a ninguna cuestión relacionada con el transporte o el ferrocarril, hemos considerado interesante su inserción por su extraordinario interés en estos momentos de profunda crisis económica. (FTF, editor)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Considero muy acertada esta información. Mi conclusión es que el gobierno consiente un Estado de in-justicia distributiva. Los gobernantes que vemos en la tele no son parte del pueblo, pertenecen a la casta de los poderosos, favorecen sus lobbies multinacionales. Las pensiones, los subsidios, los salarios mínimos no son equiparables a los salarios y pensiones de nuestros políticos, de los altos cargos de algunas empresas, de los gastos públicos que no repercuten en el bienestar social sino en el bolsillo del político que recibe la comisión... Y así hasta las elecciones

Anónimo dijo...

Como sigamos así pronto nos darán las cinco estrellas en el club bolivariano

Anónimo dijo...

¿Donde están los medios para denunciarlo? Aquí hablamos de Podemos y el pequeño Nicolás a todas horas, pero de este desastre nadie dice nada.

Anónimo dijo...

La economía está al servicio de la política. Los políticos no son elegidos por el pueblo. El pueblo vota unas siglas, el partido decide quien disfruta ese cargo. Y a veces ni siquiera gobierna el más votado. Cada trabajador por cuenta ajena paga una parte a la seguridad social. Si los políticos lo deciden, puede que la sanidad la tengamos que pagar de nuestro bolsillo (hay quien paga su sanidad privada, su plan de pensiones, como hay quien se compra un mercedes) pero hay quien va a colegios concertados y si tú quieres llevar a tu hijo a un colegio, universidad privada, como si te compras un mercedes, lo pagas de tu bolsillo, sin subvenciones estatales. Yo pido calidad a la sanidad pública y a la educación pública y a los servicios sociales y poder conducir un coche, aunque no sea necesariamente un mercedes. Es paradigmático que con algunos razonamientos no se pidan más empresas privadas de transportes urbanos, de transportes por ferrocarril, empresas privadas de suministro de agua, como las hay de energía, más empresas privadas de seguridad y si tienes dinero te lo pagas y si no te jodes si te agreden, te roban, te engañan como con las preferentes, abusan de ti en el trabajo y contratas un abogado laboralista... ¡Vivan las diferencias!!!