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| Nuevo Consejo de Administración de AENA AEROPUERTOS. Foto: Sala de Prensa AENA |
¿Por qué decimos "independientes", si queremos decir otra cosa?
LLeva ud, ministro de Fomento, unos días a vueltas con los nuevos consejeros de AENA Aeropuertos, presumiendo de que de los 10 recién nombrados, tres son nombrados a instancia del Gobierno y los siete restantes son consejeros "independientes". Y en FTF nos preguntamos, ¿independientes de quién y de qué? ¿O es que acaso piensa que los que son nombrados a dedo por ud no son, no van a actuar de manera independiente según su recto entender y proceder? Nos hace gracia esto de consejeros "independientes". Por independientes tampoco se debe entender a consejeros que proceden de la esfera de lo privado, de lo no público, porque entre los independientes hay docentes que son funcionarios públicos, en AENA sin ir más lejos, por ejemplo. Entonces, ¿qué es eso de independientes?, ¿a qué viene a cuento?. Mire ud, los consejos de administración de las empresas públicas siempre se han nutrido de altos político-funcionarios de las distintas administraciones públicas para, mediante las dietas de asistencia o el sueldo, complementar su salario en la administración correspondiente. Y de lo que se cocía, ocurría y pasaba en la empresa pública en cuestión, pues, ni puta idea. ¿A algún consejero de Caja de Ahorros, Renfe, Adif, Hunosa, etc, etc ... se le han exigido responsabilidades cuando la empresa metió la gamba o era constatable una mala gestión? No conocemos ni uno y conocemos empresas públicas a barullo.
Ni siquiera en las empresas privadas se puede hablar de consejeros independientes, porque por definición, un consejero siempre defiende los intereses de alguien y para ello está sentado en el consejo de administración que se trate. Nadie nombra a nadie consejero para que sea independiente. En el consejo de Repsol, todos los consejeros defenderán los intereses de Repsol, no los generales de la colectividad o el Estado.
Pero, mire, ya en las empresas públicas, todavía menos porque nos quiere decir ¿a santo de qué y por qué vía va a parar el señor consejero a su sillón? Según dicta el Derecho Mercantil, a un consejero debe elegirlo, no el consejo, sino la Junta General, que es la que detenta la propiedad, vamos los dueños de la empresa. ¿Y quienes forman la Junta General de una empresa pública como AENA? Pues se lo decimos: todos los españoles, el Estado, a través del Gobierno y el ministro del ramo. Así que, menos rollos de consejeros independientes, porque pondríamos la mano en el fuego a que fue ud, ministro, o su secretaria, quien levantó el teléfono para llamar al sr Terceiro, o Ginés de Rus, y así, hasta todos, para ofrecerles el puesto. Y mire, otrosí: nos trae al fresco que el señor Terceiro, docente, pero que se ha dedicado a brujulear forrándose por Caja Madrid y otros negocios sea consejero de AENA y la defienda o sea un infiltrado de otra corporación, o de la señora que es presidenta de una cadena hotelera y defenderá los intereses de su cadena y del sector hotelero, o de los "no independientes" que mamporrearán lo que ud les diga, o del sr Aguiló que tiene su propia fundación privada, etc, etc. Pero lo que nos apena son los otros consejeros que son catedráticos, en especial el destacado especialista en transporte, catedrático en la Universidad de la Laguna, Ginés de Rus, que corren el riesgo de ser engullidos por los intereses de la política y que tienen sobre sí la espada de Damócles, de ser comprados por un plato de garbanzos. Qué manía de los sabios de juntarse al poder. Quizá, a partir de ahora, ya no veamos informes y estudios que desmonten los beneficios sociales que los gobiernos han atribuido a tanta alta velocidad, porque ¿cómo se critica desde una poltrona gubernamental al gobierno que lo nombró? Difícil, sí, difícil y complicado como moverse por el filo de una navaja o que un camello entre por el agujero de una aguja.
