15 febrero, 2009

El nuevo libro de 2009 de Javier Bustinduy


“Las paradojas de Hermes”


Por José Enrique Villarino


“Denominado originalmente en inglés como Rocket belt, rocket pack o jet pack u otros nombres similares, son diversos aparatos, usualmente colocados en la espalda, que usan motores de propulsión a chorro cuyos gases al escapar permiten volar al usuario. El concepto evolucionó desde 1920 cuando Buck Rogers, -héroe de ciencia ficción- usó uno de ellos para viajar.” Esta el la definición que Wikipedia nos proporciona de tales artefactos voladores, que este año es el modo de transporte elegido por Javier Bustinduy y BB&J Consult ,para desarrollar su última obra.


Como ya nos tiene acostumbrados el autor, a los retos tecnológicos que deben cumplir los medios de transporte que, por cierto el autor nos va desvelando cada año, además de los clásicos de coche, tren, avión y barco archiconocidos, se superponen otros retos narrativos más literarios, más humanos, más emotivos. Se trata de esa urdimbre afectiva de la que dota a sus personajes.


Mi paisano, Juan Rof Carballo, paisano por sus raíces maternas, insigne neuro-psiquiatra a quien tuve el placer de leer en mis años de universidad tiene en su obra “Violencia y ternura”, subtitulada algo así como “un ensayo sobre la urdimbre afectiva” la explicación para las tramas de los libros de Javier Bustinduy. Esa sana “urdimbe afectiva” que en la dialéctica madre-hijo en los años tempranos, tendrá recompensa posterior en una potente capacidad adulta para la ternura y el amor y que es una invariante de los libros de Javier que, aunque de forma no explicitada, inunda toda la trama y eclosiona, de forma especial, en los desenlaces.


Este año, el desenlace deja al lector, al menos a mi me ha ocurrido, un poco triste. Tiene un contrapunto agridulce a lo que podría haber sido un final demasiado feliz, de cuento de comieron perdices …., lo que tiene su lógica, teniendo en cuenta que no siempre la vida nos deja cumplir nuestros más acariciados sueños. Aunque alcancemos los más comerciales, mercadotécnicos y pecuniarios, no siempre logramos los más personales. Por cierto, los más importantes.


Para compensar, nada más iniciada la trama, el autor pone en boca de la protagonista -¿sólo una?- el contrapunto al afecto y veneración que profesa por su padre, el contrapunto que viene impuesto por una visión ética, que está por encima de todo afecto, que no lo desmerece ni le resta una ápice de veracidad. Cinco escasas lineas que sentencian una enorme verdad que es difícil oir hoy día:


"Apoyar no es compartir. Precisamente cuando no se coincide, es cuando más importante es el apoyo. Cuando se está de acuerdo, no tiene ningún mérito el apoyo, es algo obvio."



No se pierda el lector esta nueva obra, como siempre sencilla, amable e intrigante, con un aliño de ternura, que nos regala el autor como sabroso fruto de su oficio literario, que surge como contrapunto a la otra profesión del autor, sumida cotidianamente entre vehículos, viajes origen-destino, trenes, carreteras, etcétera en su empeño por planificar el transporte, cuando no en remendar los rotos que cada día nos suele proporcionar un transporte muchas veces mal concebido.


Os dejo con este vídeo, que muestra el artefacto volador, objeto del libro, en una singular variante propulsora.


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